Una jornada de gran repercusión en el hotel Savoy | Movimiento 21 presentó el tercer número de su revista impresa el martes 28 de marzo en el Hotel Savoy de Buenos Aires, ante una numerosa y calificada concurrencia.
Lo hizo con disertaciones de un panel de alta jerarquía, constituido por el Presidente de la Auditoría General de la Nación, Oscar Lamberto; el ex ministro de Economía y auditor general, Jesús Rodríguez; el ex presidente del Banco Provincia y ex secretario de Hacienda de la Nación, Ricardo Gutiérrez; el diputado nacional (MC) Humberto Roggero y el director de M21, Hugo Quintana. Presentó al panel el licenciado Guillermo Schweinheim, miembro del Concejo Directivo de la publicación.
Entre la concurrencia se encontraban los dirigentes Miguel Ángel Toma, la diputada Carla Pitiot, Eduardo Rollano, Pascual Albanese, Rodolfo Barra, Eduardo Mondino, Alicia Pierini, Enrique Rodríguez, Pablo Challú, Rafael Flores, Alejandro Tagliabue, Ricardo Mazzorin, Pedro del Piero, Raúl Álvarez Echague, Jorge Raventos y Marcelo López Arias, entre otras personalidades del quehacer político nacional.
Contra la insustancialidad
Abrió las exposiciones Oscar Lamberto, quien celebró la tercera entrega de la revista y la seriedad y profundidad de los trabajos publicados. “Con diez números como este tenemos un programa de gobierno”, dijo Lamberto, distinguiendo el nivel de la revista del “horizonte de insustancialidad en el que se mueve en general y lamentablemente la política, entre tweets y preocupaciones por la imagen y desprecio por las ideas. Se construye una realidad virtual con metas de felicidad y se la repite hasta el hartazgo , siempre algún incauto terminara tomándolas como ciertas”.
El termómetro de la felicidad más utilizado –señaló Lamberto- “es el crecimiento del PBI donde, además de construirse con estimaciones de dudosa certeza, cuenta como crecimiento la destrucción del planeta. Así, será positivo talar bosques, fumigar la tierra con químicos nocivos para la vida, contaminar los ríos, producir comida chatarra y después sumar como producto la facturación de hospitales y sanatorios, la construcción de cementerios y hasta los ataúdes”. Por lo demás, agregó, “ el PBI mide cuanto se produce (sumando lo que se destruye) pero no cómo se reparte, y puede darse que una economía crezca y unos pocos se queden con la mayor parte de la torta, hecho comprobable en la mayoría de los países del planeta”.
Códigos privados, códigos públicos
Habló a continuación el doctor Ricardo Gutiérrez, quien subrayó la plataforma de debate intelectual que ofrece la revista Movimiento 21 y señaló la necesidad de analizar un programa que permita a la Argentina una mirada de mediano y largo plazo, “capaz de rescatar y poner en acción a la administración pública, que es un formidable instrumento de producción de bienes públicos” si no se la desprecia y se la conduce adecuadamente.
Gutiérrez señaló la diferencia de cultura y la falta de comprensión de quienes pretenden manejar la administración pública con los modos de la empresa privada. “Ellos tienen una idea de la ejecutividad que proviene de la lógica empresarial, para la cual se puede hacer cualquier cosa que la ley no prohíba, mientras la lógica de la administración pública indica que sólo se puede hacer lo que la ley autoriza”.
Los acuerdos
El siguiente orador fue Jesús Rodríguez, que empezó planteando que el mundo en el que debe integrarse nuestro país es uno que afronta nuevos desafíos, surgidos de la aguda tensión que soportan dos tendencias que parecían haberse instalado vigorosamente en el último cuarto de siglo: la democratización y la globalización. Hoy, esos vectores se encuentran en cuestión no ya en los países emergentes, sino en el mundo central.
Argentina debe afrontar “no la herencia recibida: yo prefiero hablar de hipoteca recibida” y saber cuál es su estrategia en ese mundo. “Se requerirá –dijo Rodríguez- el compromiso de un espectro amplio de actores políticos que, con objetivos compartidos y metas claras, provea certidumbre y señale un horizonte temporal más allá de los mandatos electorales. No se trata necesariamente de compartir listas electorales sino de establecer el marco de un debate y las políticas de estado compartidas. Tampoco se trata de imaginar unanimidades, sino más bien de forjar los acuerdos que permitan aislar a los sectores reaccionarios portadores de utopías regresivas y, a su vez, otorgar legitimidad política a nuevas normas legales que habiliten los necesarios cambios”. Para Rodríguez, “el acuerdo se consolida como la nueva forma de hacer política”.
Tecnología y trabajo
En su exposición, Humberto Roggero planteó la necesidad de incorporar a la agenda del debate político las estrategias a adoptar frente a un impacto de la tecnología “que es indetenible”, aseveró, que al mismo tiempo que impulsa la productividad e incorpora bienes, servicios y procesos que podrían mejorar la vida de las personas, amenaza el trabajo humano y la integración social. “Es indispensable trazar estrategias para asimilar positivamente el impacto de las nuevas tecnologías propias de la sociedad del conocimiento”, señaló.
Roggero empezó citando algunos datos. Dijo, por ejemplo, que “según el Brookings Institute, el 40 por ciento de los empleos actuales estará en peligro de extinción en un futuro cercano, entre 2020 y 2030”.
Los emprendimientos que caracterizan esta etapa de lo que algunos denominan “nueva revolución industrial”, requieren inicialmente poco capital, explicó Roggero, “pues intermedian entre oferentes y demandantes, utilizan escaso personal propio, no pagan impuestos ni cargas laborales y prometen ingresos adicionales a propietarios de recursos ociosos (propietarios de autos particulares, de casas o departamentos, profesionales, técnicos o personas de diversas calificaciones) y los ligan a quienes los demandan”. Decrecen los empleos en la industria, el sector estatal empleo estatal, informática, minería, agricultura y trabajos de oficina.
“La creciente disconformidad social en países europeos y Estados Unidos, que toma como blanco a los inmigrantes (porque les quitan trabajo) y a los acuerdos comerciales (porque permiten el ingreso de bienes con mano de obra de menor coste), no deja ver que es el factor tecnológico, con su dinamismo y capacidad innovadora, lo que transforma la forma de hacer las cosas”, puntualizó el orador.
Roggero concluyó advirtiendo que “esta sociedad disruptiva, donde por primera vez la tecnología expulsa más mano de obra de la que absorbe, obliga a iniciar en el seno de la sociedad la discusión de los nuevos tiempos y de la verdadera nueva política que se avecina”.
Recuperación de la política
En la última intervención del panel, el director de M21, Hugo Quintana, se refirió a algunas de las exposiciones anteriores. Coincidió, en principio, con Oscar Lamberto, en la crítica de la insustancialidad política. “Hoy se habla posverdad, un neologismo para hablar de la irrealidad disimulada –dijo Quintana-. En esta Argentina la posverdad tiene un espejo que no es otra cosa que la apariencia, la seducción, la sustitución de la realidad por la hiper realidad, es decir la virtualidad”.
Quintana apuntó a que la filosofía detrás de Movimiento 21 reside en recuperar el protagonismo de la política como fuerza de elaboración de estrategias y de debate constructivo sobre la convivencia, el desarrollo, la integración y la felicidad de la gente concreta. “Un ámbito para la verdad, no para la posverdad. Los avances tecnológicos deberían servir para que el pueblo tenga una vida digna, no una realidad virtual. La labor del dirigente, el cara a cara, el hacerse responsable ante los suyos, es irremplazable”.
Quintana coincidió también con Jesús Rodríguez en cuanto a la importancia de los acuerdos. Apuntó que el peronismo debe ser un protagonista de grandes convergencias con la mirada puesta en el futuro. Acotó también que el peronismo, que nació alrededor de un jefe a cuya muerte intentó reemplazarlo por jefaturas menores, se encuentra ahora desordenado y perplejo. “Nuestro movimiento siempre necesitó líderes que pensaran en el todo y lo condujeran al triunfo. Hoy, ante la ausencia de liderazgos efectivos, debe tender a unificar su conducción en seleccionando hombres y mujeres que más allá de sus intereses particulares sea capaz de que el pueblo, encuentre en ellos, la confianza perdida, sea capaz de pedir perdón por los ladrones lanzadores de bolsos con dólares, capaz de decir la verdad, de asumir la pobreza estructural de nuestro país, elaborar planes de gobierno realizables, proponer políticas de estado; apoyar y criticar, controlar y exigir.”
Para contribuir a esas búsqueda fue pensada nuestra revista.
Después de una ronda de respuestas de los panelistas a preguntas del público, la reunión derivó en prolongada tertulia entre todos los presentes.
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